Del cerdo se aprovecha hasta los andares

Todos hemos escuchado eso de que “del cerdo se aprovecha hasta los andares”, refiriéndonos a que de este animal se puede sacar provecho de todas sus partes.

El cerdo es un animal con una gran aceptación culinaria en nuestro país, preparándose de muchísimas formas diferentes y sacando alimentos distintos, desde chorizo hasta el jamón pasando por salchichón.

La Dehesa

El cerdo ibérico experimenta su crianza en plena naturaleza, en la dehesa, alimentado por la bellota, que es lo que da ese sabor tan especial a su carne y a los productos derivados de él.

La dehesa siempre ha sido el hogar del cerdo, típica de los países del sur europeo, sobretodo en la península ibérica, y, aunque tiene su origen en los bosques del mediterráneo, en Andalucía, y en Huelva, hemos sabido convertirla en el ecosistema perfecto para la cría del animal.

El valor que proporciona la dehesa, además de ser un pulmón natural, está en el económico: las explotaciones ganaderas que alberga. Y es que la actividad de los animales, como el cerdo, es fundamental para mantener la vegetación y el valor natural de este ecosistema, siendo por otra parte determinante la mano humana para modificar y adecuarlo a la mayor y mejor obtención de recursos, como puede ser la Sierra de Huelva.

La dehesa es patrimonio ambiental y cultural y una forma muy productiva de rentabilizar el cerdo y la naturaleza.

En La Serranía de Jabugo nuestros cerdos ibéricos se crían en este ecosistema, asegurando así todo el sabor y la calidad de nuestros productos.